jueves, 29 de octubre de 2015
miércoles, 28 de octubre de 2015
martes, 27 de octubre de 2015
lunes, 26 de octubre de 2015
viernes, 23 de octubre de 2015
jueves, 22 de octubre de 2015
miércoles, 21 de octubre de 2015
martes, 20 de octubre de 2015
lunes, 19 de octubre de 2015
El sermón de la cueva
En
el desierto las fuertes tormentas de arena obligan a maestro y alumno utilizar
una cueva como refugio. En la obscuridad hablar es lo único que les queda. “El
Señor bien aventurará a quien crea en Él y lanzará al lago de fuego aquel que
dude por un momento del reino de los cielos” -dijo el maestro-. ”Maestro,
enséñeme el reino de los cielos”. Escarbándose la nariz el maestro encuentra un
moco clavado en las paredes de sus fosas nasales y se lo muestra a su alumno.
“¿Maestro, es esto el reino que Dios prometió?”. “El señor es caprichoso, pero
está más cerca de la perfección que tú y yo. Por eso ha encargado al hombre
hablar de su obra y de su palabra”. El alumno, con cierto pesar bajó la cabeza
y murmuró: “Temo hacer enojar a Dios”. Para calmarlo el maestro dijo: “Yo
también, por eso creo en Él”. El maestro lanza una larga e interminable
carcajada.
“Dios
talló en la piedra lo
que le dictó el hombre”
Yo
miércoles, 14 de octubre de 2015
Conversando con mi sombra
-¿Escribes
una carta?
-Si
-¿A
quién?
-No
a ti, de eso no estoy seguro
-No
está bien
-Si,
lo sé…Me gusta escribir
-¿Y
que escribes en esa carta?
-Víveres,
nombres de sonidos, tu sabes, algo que se compra y se vende
-No
entiendo
-Tampoco
el papel lo entiende.
-Escribir
es un pasatiempo olvidado e incomprendido
-Al
igual que la masturbación
-Nadie
olvida masturbarse
lunes, 12 de octubre de 2015
Nosferatu
La
triste noche de estrellas azul vigilan y protegen al tren de pasajeros rumbo a
la ciudad. Envueltos por grises nubes que resaltan sobre el negro terciopelo
que es el cielo, aviones comerciales realizan su vuelo ante la luna.
Un
vagabundo se encuentra recostado. Sin pensar, descansando. Presenciando sus
pulmones el aire helado del sereno, exhala
con dolor produciéndose toses sanguinolentas.
Por
la madrugada, cuando la ciudad reposa-una ciudad nunca duerme- y los perros
callejeros se convierten en guardianes de la noche; el fuego en la punta
incandescente de un cigarrillo; la luz mortecina de un bulbo; o mutar la sangre
en gasolina, es el oleo secándose sobre el lienzo, convirtiendo todo en el
refugio de cualquier abandonado.
El
vagabundo no descansa. Su alma necesita vivir en conflicto. Algunos viven en la
ciudad permanentemente. Otros trotan por los caminos en busca de… no se puede
saber que piensan. Es oscuro el cráneo donde habita su cerebro. Delirio es lo
que necesitan en vez de aire. Bebiendo alcanzan lugares remotos, donde el
hombre teme llegar. Un mundo habitado por criaturas inconcebibles; pesadilla
constante que sólo puede ser aplacada por el dulce olor del removedor de
pintura. Cuando se llega a ese estado la muerte no es más que el nirvana. La
incertidumbre deja de existir. Ser zombi es posible, los haitianos lo
descubrieron con el tiempo. Tarde o temprano un explorador encontraría la
manera de matar el alma
viernes, 9 de octubre de 2015
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